Santo Domingo.- El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, inició anoche su exilio en República Dominicana luego de permanecer 129 días asilado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, Honduras, país que ayer mismo dejó acompañado por el presidente Leonel Fernández, y donde fue derrocado el 28 de junio del año pasado.

Zelaya y Fernández consideraron que se requiere de una revisión de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA), porque a pesar de todos los esfuerzos que realizaron distintas instancias internacionales, no fue posible restablecer a Zalaya en el cargo.

Ambos hablaron durante una ceremonia celebrada en la base aérea de San Isidro, tras al arribo al país de Zelaya y su familia, en compañía del presidente Fernández, quien asistió a la juramentación del nuevo mandatario de Honduras, Porfirio Lobo.

Zelaya y Fernández coincidieron también en sus intervenciones al precisar que los organismos internacionales deben ser más drásticos contra los violadores del orden democrático, porque las sanciones que imponen son muy blandas.

Zelaya insistió en que con el golpe de Estado perpetrado en su contra quedó en evidencia la vulnerabilidad de la democracia en la región. “La Carta Democrática de la OEA necesita un nuevo capítulo, ya que no es posible que la Carta Democrática diga que los Estados miembros la firman y la constituyen para defender la democracia y que cuando haya un atentado en contra del orden democrático, de un país o un presidente electo popularmente, no pueda restaurarse”, dijo Zelaya, al coincidir con un planteamiento hecho por el mandatario dominicano.

Mientras, Fernández aclaró que Zelaya fue recibido en el país como huésped distinguido, y agregó que el objetivo del acuerdo que firmó en el Palacio Nacional con Porfirio Lobo fue para lograr la reconciliación y la paz en Honduras.

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