Los aviones Súper Tucano todavía no han sido integrados a los trabajos de combatir el narcotráfico, protección a la zona fronteriza, apoyo a tropas en tierra y preservación del medio ambiente, al cumplir el primer mes de haber llegado al país debido, entre otras razones, a la falta de radares tridimensionales que no han podido ser adquiridos por las Fuerzas Armadas.


El país sólo cuenta con radares para la aviación comercial en varios de los aeropuertos internacionales, instrumentos que no tienen capacidad para detectar aeronaves que sobrevuelan por debajo de los 5,000 pies de altura, como normalmente lo hacen las avionetas del narcotráfico.

Los aviones Súper Tucano, que llegaron al país el pasado 10 de diciembre, solo han sido usados hasta el momento para entrenamiento del personal y práctica de tiro de sus armamentos de guerra de cuarta generación, supo ayer DL en fuentes oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), que pidieron no ser identificadas.

El ingeniero aeronáutico y ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Miguel Rosado, sostuvo que con la adquisición de los tucanos el problema de combate al narcotráfico está a medias porque para completar un servicio eficiente es necesario instalar un sistema radar en el país.
"El país tiene que crear una coraza que podría ser con varias bases de radares que abarquen el Sur, el Este, la frontera y el Norte, así como varias bases de helicópteros para acción rápida, distribuidas en puntos estratégicos para crear una especie de anillo de protección a nuestra media isla", opinó el experto aeronáutico.

Las dos aeronaves que llegaron al país el pasado mes forman parte de una flotilla de ocho que se compraron a la empresa brasileña Embraer por un valor de US$93.6 millones. Son aviones modelo AT-29B, equipados con armamentos de guerra de cuarta generación bomba MK 81 y 52, dos ametralladoras calibre 50, misiles de aire-tierra y tierra-aire, con asientos eyectables y 1,600 caballos de fuerza.
 
Fuente: Diario Libre